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Tres millones de universidades

La cafetería de la universidad cerró después de un año de funcionamiento. Hay algo sospechoso detrás de este incidente. La razón de esto es que el contratista de la cafetería de la universidad afirmó que ganaba dinero, pero todo el dinero que ganaba lo usaba para lavar platos. El contratista dijo que la escuela exige claramente que se utilice el lavavajillas de la escuela y que lavar un recipiente cuesta 50 centavos. Puede que un solo cuenco no parezca mucho, pero hay tanta gente y el coste de lavar los platos es astronómico para él. El contratista afirmó que gastó 4 millones de yuanes para contratar la cantina, pero perdió mucho dinero y no ganó dinero con esta cantina. Sin embargo, ahora era inútil arrepentirse, solo podía apretar los dientes y tragarlo. Se informa que la cafetería de la universidad era costosa para lavar los platos, tenía pocos estudiantes y quedó atrapada en la epidemia. Esta fue también la razón por la que cerró en solo un año. El contratista dijo que lo admitiría, por lo que no tuvo más remedio que admitirlo. Después de que decidió no contratar, la escuela originalmente quería reembolsarle 2,1 millones, pero luego solo estuvo dispuesta a reembolsarle 1 millón, lo que no pudo soportar. ¡No sé qué hacer!

El contratista que ha estado perdiendo dinero dijo que a veces parece que la facturación diaria sigue siendo considerable, pero después de eliminar varios costos y otros gastos desordenados, no solo no gana dinero, sino que se suma dinero a eso, lo que lo dejó perplejo. El capataz dijo que no esperaba que fuera tan difícil contratar una cantina y que no podía imaginar que hubiera estado perdiendo dinero. Cuando pensé por primera vez en firmar el contrato, me culpé por no haber investigado lo suficiente. El número total de profesores y estudiantes en la escuela es sólo de unos 5.000 y el pasante no está en la escuela. Este es su error. Además, no esperaba que lavar los platos fuera obligatorio en las escuelas.

Siento que no puedo aceptar la realidad. Aunque ha cerrado, ha perdido casi 3 millones en sólo un año. El contratista todavía estaba agraviado y perdido. No sé cómo proteger mis derechos.

Ahora la escuela incumple su palabra y sólo le da 1 millón en lugar de 2,1 millones, lo que lo hace aún peor. Bajo la epidemia, parece que incluso la cafetería de la universidad se ha visto afectada. El contratista no eligió bien el momento y no inspeccionó el proyecto con claridad.