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De hecho, escribir es algo solitario, secreto y lamentable. (No) Todo escritor tiene buena suerte (de hecho) y hay miles de deseos que quedan sin recompensa. Cuando dejé mi trabajo de 20 años en la Guardia Costera de Estados Unidos para convertirme en escritor, no tenía ninguna esperanza para el futuro. Sólo tuve un amigo que me ayudó a encontrar mi lugar:
En un edificio de apartamentos en Nueva York. Hace frío y no hay baño, pero está bien.
Enseguida compré una vieja máquina de escribir y me sentí como un auténtico escritor.
Sin embargo, un año después, todavía no tenía descanso y comencé a dudar de mí mismo. Es difícil vender una historia y apenas se gana suficiente dinero para comprar comida. Pero sabía que quería escribir. Llevo años soñando con esto.
No voy a ser esa persona que siempre está pensando en "qué va a pasar en el futuro si esto sucede". Continuaré aferrándome a mis sueños, incluso si eso significa incertidumbre y un terrible fracaso en la vida. Éste es el lugar sombrío de la esperanza, y cualquiera que tenga un sueño debe aprender a vivir allí.