NbsTraducción
Sin embargo, cuando se utilizan las estadísticas con precaución, es mejor explicarlas. Especialmente cuando los datos preliminares para la evaluación provienen de China. Es tentador aprovechar los datos recién publicados e interpretarlos primero como comprensibles y poderosos, especialmente cuando alguna tendencia importante parece estar dando un giro sorprendente. Por ejemplo, a finales de la década de 1990, los funcionarios chinos informaron de una fuerte caída en la producción y el consumo de energía. Ahora mismo, una vez más, como la producción de energía está impactando, está reportando tasas de dos dígitos, el consumo de energía no se queda atrás. Es obvio que el sistema económico de China está experimentando enormes cambios y se está desarrollando rápidamente. Serie de sobrecalentamiento similar de 1992 a 1993 y, en menor medida, de 1998. Sin embargo, parece probable que haya algún problema con el informe. Se trata de un renacimiento, y la producción y el uso de energía de China pueden estar sobrevalorados. En cuanto a las estadísticas energéticas, veamos primero las cifras oficiales de energía primaria (ver Tabla 1). Estos datos son compilados y reportados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China (precio en fábrica) basándose en informes de las masas, oficinas de estadísticas provinciales y estadísticas nacionales integrales de empresas de la industria energética y agencias gubernamentales. Todas las demás organizaciones informan cifras energéticas nacionales. Las figuras de trivia "masajean" a menudo en un intento de lograr una mayor compatibilidad. La metodología de presentación de informes de China no siempre se alinea con sus datos oficiales. Son, por supuesto, un punto de partida insustituible para analizar los sistemas energéticos nacionales. No todas las fuentes de energía se calculan de la misma manera, mostrando distintos grados de precisión (Sinton, 2001). La cantidad de electricidad generada se mide fácilmente. Para el consumo, aunque en menor medida, el petróleo producido e importado se mide por las refinerías, por lo que las cifras globales, la producción y el consumo aparente son más fiables. Pero tomando a China como ejemplo, el consumo real no es fácil de medir porque no hay muchas existencias y existencias de referencia y, al igual que los datos de producción y comercio, se publican todos los meses. La información sobre el gas natural proviene de un puñado de fuentes y de un nuevo monitoreo de ductos e instalaciones portuarias. Con la incertidumbre de la banda ancha viene el uso de biocombustibles digitales que es conocido y predecible.