¿Cuáles son las dificultades para descubrir las células STAP?
El nombre completo de las células STAP es células de "adquisición de pluripotencia activada por estímulo". Estas células son células totipotentes. Según el equipo de Haruko Kobao, el primer equipo japonés que afirma haber descubierto las células STAP, las células STAP pueden adquirir totipotencia, es decir, pueden diferenciarse genéticamente en cualquier otro tipo de células.
La forma específica de extraer células STAP es aplicar una "dosis subletal" de estimulación externa a las células somáticas de los mamíferos, como sumergirlas en un ácido débil y luego exprimirlas, para que las células somáticas de los mamíferos puedan reprogramarse. en células pluripotentes. Este método es relativamente sencillo en comparación con el método iPS anterior (introducción de genes específicos o productos genéticos específicos). Sin embargo, todavía existen dificultades sobre cómo controlar la dosis de ácido débil para que las células se conviertan en células totipotentes sin perder vitalidad.
Poco después de la publicación del artículo de Haruko Baokata, algunos expertos externos señalaron que las imágenes del artículo no eran naturales y sospecharon que habían sido procesadas. Algunos colegas extranjeros repitieron el experimento utilizando el método presentado en el artículo, pero no pudieron reproducir los resultados. Posteriormente, los medios japoneses informaron el 3 de junio de 2014 que se realizaron pruebas genéticas a las células utilizadas en el experimento STAP, y los resultados mostraron que no existían. Este resultado fue finalmente confirmado por el Instituto RIKEN de Japón. El instituto celebró una conferencia de prensa y anunció los resultados experimentales de las "células STAP": en el experimento de verificación para verificar la existencia de las células STAP, Haruko Baokata no logró crear dichas células y el experimento terminó. La propia Baofang Qingzi no asistió a la conferencia de prensa y en la conferencia se hizo pública una carta de renuncia que ella escribió.
Este incidente se caracteriza actualmente como fraude académico, lo que ha hecho sonar la alarma entre los profesionales de las ciencias biológicas que ignoran los estándares de investigación.