Traducción de Ayanboy
Estoy encantado de ser vuestro invitado hoy. Es un placer visitar su escuela.
Soy periodista desde hace quince años. Elegí este trabajo para poder viajar por el mundo, pero este trabajo me ha enseñado muchas lecciones inolvidables. El trabajo a veces es difícil. He visto guerras, terremotos, pobreza y muerte. Pero también veo coraje, esperanza y felicidad.
En India, visité una ciudad con muchos niños sin hogar. Pero entonces una amable mujer le pidió a Rosa que les abriera la puerta. Durante un año, observó a los niños que nacían después de 200 años, los alimentó, les enseñó y les dio esperanza.
En otra ocasión, viví un terrible terremoto en Japón. En un lugar encontré a una anciana que se había caído. Su hijo estaba perdido y la gente que lo rodeaba decía que no había ninguna posibilidad, pero su hijo todavía estaba vivo.
Pero la mujer no perdió la esperanza. Durante cuatro días siguió moviendo piedras pesadas. No paró hasta encontrar a su hijo. Él todavía está vivo.
En China conocí a un niño que estaba gravemente enfermo. Tuvo que someterse a 20 cirugías en el hospital. Pero cuando lo vi, todavía estaba sonriendo. Ahora, cuando la vida se me pone difícil, siempre recuerdo la valentía.
Tres personas.