Tres posibilidades entre "pago" y "recompensa"
Como gente corriente, siempre esperamos que lo que damos sea recompensado inmediatamente; siempre esperamos que después de dar a los demás, otros nos recompensen inmediatamente.
Pero, de hecho, las cosas a menudo resultan contraproducentes. Lo que damos no necesariamente se ve recompensado de inmediato. Cuando se lo damos a alguien, es posible que él no pueda pagarnos de inmediato.
En este momento, a muchos de nosotros nos cuesta tener la motivación para seguir dando, y sentiremos que los demás no están agradecidos. Pero, de hecho, la relación entre pago y recompensa no es tan simple. Generalmente existen al menos tres relaciones.
En primer lugar, proporcione comentarios oportunos sobre la relación. Por ejemplo, si pasas dos horas viendo una película y la disfrutas mientras miras la película, es una especie de retroalimentación y recompensa inmediata.
En segundo lugar, existe un efecto retardo entre el esfuerzo y la recompensa. Sembrar en primavera y cosechar en otoño; se necesitan diez años para que crezcan los árboles y cien años para cultivar a las personas. Estos dichos comunes revelan esta verdad universal. Por ejemplo, si queremos aprender un conocimiento o una habilidad, a menudo requiere una inversión a largo plazo de tiempo, energía y perseverancia a largo plazo antes de que finalmente podamos lograr el éxito. Otro ejemplo es educar a los niños. Esto requiere inversión y dedicación continua durante más de diez años antes de que podamos ver los resultados iniciales y desarrollar talentos en los niños.
En tercer lugar, existe una relación desalineada entre esfuerzo y recompensa. Te he dado, pero tal vez no puedas pagarme; pero puede que haya recibido ayuda de otros, pero no puedo pagarte. Por poner otro ejemplo, los padres siempre son desinteresados en sus contribuciones a sus hijos, y es posible que los hijos no necesariamente paguen tanto a sus padres, pero cuando sus hijos crezcan, se convertirán en padres y harán contribuciones desinteresadas a sus hijos.
En resumen, el trabajo duro siempre da sus frutos. Esta frase es más bien un consuelo y un resultado esperado, pero muchas veces no es la verdad.
Cuando tratamos con los demás, debemos mantener una mentalidad de "solo pedir contribución, no pedir nada a cambio", ¡para vivir más tranquilos y con la mente abierta! ¡Trabaja en silencio y no te preocupes por la cosecha; pero haz buenas obras y no te preocupes por el futuro!