¡30 Bugatti! La persona que tuvo y perdió más Bugattis en la historia del automóvil.
Esta historia comienza en Francia en 1928. Schrempf amasó una fortuna fundando una empresa de comercio de lana con su hermano Hans, lo que le llevó a adquirir su primer Bugatti con sólo 22 años. A menudo conducía los caros y deslumbrantes coches deportivos de la época para participar en diversas competiciones. Su destacada actuación no sólo le permitió conseguir buenos resultados, sino que también hizo muchos amigos, entre ellos el jefe de la fábrica de Bugatti en aquel momento. Con el paso del tiempo, a Schlumpf se le ocurrió la idea de crear un museo Bugatti.
En 1957, Schrempf compró una fábrica de lana abandonada en Malhouse, Alsacia. Después de cuatro años de transformación, el 1961 estaba listo para dejar Bugatti. Posteriormente, Schrempf se puso en contacto con el director de la fábrica de Bugatti y con Hugh Conway del Bugatti Motorsport Club británico, y obtuvo una lista que cubría a casi todos los propietarios de Bugatti en el mundo en ese momento. A través de esta lista, Schlumpf se puso en contacto con John W. Shakesoeare, quien coleccionó más de 30 Bugattis en Hoffman, Illinois, EE. UU., incluidas las famosas series Type 35 y Type 41.
Schlumpf informó a John W. Shakesoeear que tenía la idea de comprar 30 Bugattis e hizo una oferta de 70.000 dólares, y la oferta de John W. Shakesoeear alcanzó los 654,38+005 millones de dólares. Sin embargo, el experto en Bugatti, Bob Shaw, evaluó los vehículos y desaconsejó a Schrempf comprarlos debido al mal estado de la mayoría de ellos. No obstante, Schrempf respondió a la oferta de John W. Shakespeare de 80.000 dólares.
Como dice el refrán, "¡Todo lo bueno llega pronto!" Después de dos años de negociaciones, Schlumpf finalmente compró 30 Bugattis por 85.000 dólares, incluido el envío. Este precio equivale hoy a 720.000 dólares. En ese momento, era posible comprar 20 villas, pero era menos de un tercio del precio actual de la casa Chiron.
Bugatti finalmente tomó el 30, con la intención de transportarlo a Nueva Orleans por ferrocarril y luego a Le Havre por barco. Justo cuando algunos de los coches estaban a punto de llegar a Francia, Schrempf anunció planes para un museo Bugatti. Desgraciadamente, justo cuando este sueño estaba a punto de hacerse realidad, se produjo el declive de la industria textil francesa, lo que provocó que Schrempf y Hans quebraran y trasladaran a su familia a Suiza. El museo no esperó la llegada de 30 Bugatti.
En 1977 se descubrieron 30 Bugattis abandonados. Ahora se encuentran en el Museo Cité de l'Automobile de Francia, que fue fundado por el gobierno francés en la ciudad de Malhouse en Alsacia y equivale a la creación de Bugatti por Schlumpf, un fiel fanático de Bugatti. Un sueño de museo. Y también se convirtió en la persona que poseyó y perdió más Bugattis en el mundo.