23 historias breves idiomáticas
Las 23 breves historias idiomáticas son las siguientes:
(1) Concéntrate en ello: Mencio dijo: "Jugar al ajedrez es relativamente fácil en términos de habilidad, pero si no lo haces Concéntrate en aprenderlo, no podrás aprenderlo. Está bien". Yi Qiu era un famoso jugador de ajedrez en la antigüedad. Dos personas vinieron aquí para adorarlo como su maestro. Yi Qiu quería enseñarles sus habilidades de ajedrez y se tomaba muy en serio sus conferencias. Un estudiante escuchó atentamente su conferencia. Otro estudiante parecía estar escuchando atentamente, pero en realidad estaba muy desconcentrado.
Vio gansos salvajes volando por la ventana y pensó en comer carne de cisne... Después de que Yi Qiu terminó su conferencia, les pidió a los dos que jugaran al ajedrez. Los estudiantes comenzaron a jugar al ajedrez según el pedido del maestro. Poco después del inicio vimos la diferencia: uno era capaz de atacar y defender con calma, y el otro lo hacía con prisas. Yi Qiu echó un vistazo y descubrió que había una gran diferencia en sus habilidades de ajedrez. Le dijo al estudiante con pocas habilidades de ajedrez: "Ustedes dos escuchan mi conferencia juntos. Él puede concentrarse, pero usted está distraído".
(2) Siéntese y espere. Según la leyenda, en la dinastía Song durante el Período de los Reinos Combatientes, había un granjero que trabajaba al amanecer y descansaba al atardecer. Cuando hay un buen año, sólo podrás tener lo suficiente para comer y vestirte; cuando hay hambre, pasarás hambre. Quiere mejorar su vida, pero es demasiado vago y muy tímido. Es vago y tiene miedo de todo lo que hace, y siempre quiere encontrar la ganancia inesperada que llega a su puerta.
El milagro finalmente ocurrió. Un día de finales de otoño, estaba arando en el campo y la gente cazaba a su alrededor. Hubo gritos y gritos por todas partes, y la pequeña bestia asustada corrió desesperadamente. De repente, un conejo chocó contra la raíz de un árbol al borde de su campo y murió. Ese día disfrutó de una comida deliciosa. A partir de entonces dejó de cultivar. Todo el día cuido la raíz del árbol mágico, esperando que aparezca un milagro.