La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos universitarios - El hijo de 9 años es introvertido y no se atreve a hablar con los demás. ¿Qué debo hacer si mi hijo es tímido y no le gusta hablar?

El hijo de 9 años es introvertido y no se atreve a hablar con los demás. ¿Qué debo hacer si mi hijo es tímido y no le gusta hablar?

¿Qué debo hacer si mi hijo es tímido y no le gusta hablar?

Primero, los miembros de la familia brindan atención sincera.

Muchos niños son tímidos y no les gusta hablar debido a factores familiares porque los padres están ocupados en el trabajo y no tienen mucho tiempo para pasar con sus hijos, y los niños se sienten solos. Lo que los padres tienen que hacer es pasar más tiempo con sus hijos, explicarles que están ocupados en el trabajo, ganar su comprensión y decirles que jueguen con ellos mientras tengan tiempo. Los padres deben cumplir sus promesas y no siempre defraudar a sus hijos. Lo más feliz para los niños es jugar. Es posible que los padres deseen utilizar algunos juegos para mejorar la relación entre padres e hijos, como pintar juntos, contar cuentos, ir al zoológico, etc.

En segundo lugar, desarrollar la confianza en sí mismos de los niños.

Los niños tímidos necesitan más atención y estímulo. Los padres primero deben aceptar la personalidad de sus hijos, no prestar demasiada atención a la introversión de sus hijos y ser buenos para descubrir las ventajas de la personalidad de sus hijos y darles confianza. Es posible que quieran cambiar de opinión. La introversión también tiene muchas ventajas, como poder observar y pensar con más tranquilidad, ser bueno observando los pensamientos de los demás, no tener muchos amigos pero ser muy estable, etc. Preste atención en todo momento a la experiencia exitosa de su hijo. Cuantas más experiencias exitosas tengan, más fuerte se volverá su confianza en sí mismos.

En tercer lugar, mejorar las habilidades lingüísticas de los niños.

Algunos niños son tímidos e incapaces de expresar sus pensamientos con claridad. En este momento, los padres deben guiar pacientemente a sus hijos, dejarles hablar más y darles más oportunidades de moverse.

En cuarto lugar, mejorar las habilidades interpersonales de los niños.

1. Al comunicarse, mire al niño a los ojos y hable con él. Dígale a su hijo que mirar a alguien a los ojos significa que está dispuesto a entablar una relación amistosa con esa persona.

2. Cultivar las habilidades sociales de los niños. Los padres pueden saludar cordialmente a los vecinos, participar activamente en diversas actividades de su zona y dar ejemplo a sus hijos de vivir en armonía con los demás.

3. Invita a los amigos y padres de tu hijo a visitarte los fines de semana o en el cumpleaños de tu hijo. Inicialmente, exponga a su hijo a dos o tres niños. Después de acostumbrarse, aumente gradualmente la cantidad de veces que su hijo juega juntos y dígale: "Cuando nadie juegue contigo, puedes aprender a tomar la iniciativa para encontrar a tu hijo con quien jugar. Los buenos amigos se ganan". "No te lo des por ti mismo, no por los demás. Mamá o papá creen que mientras no haya nadie que juegue contigo, si vas a buscarlo, definitivamente habrá muchos niños que estén dispuestos a ser buenos amigos contigo".

5. No etiquetes a tus hijos.

En la educación familiar, los padres no deben etiquetar a sus hijos como “tontos, introvertidos o cobardes” a su antojo. Esto sólo aumentará la presión psicológica del niño. De hecho, los niños no son tan valientes como sus padres creen, pero se vuelven más tímidos ante las etiquetas y acusaciones de sus padres. Por lo tanto, utilice palabras alentadoras para comunicarse con sus hijos tanto como sea posible para mejorar la confianza en sí mismos de sus hijos.

¿Cuál es la razón por la que los niños son tímidos y no les gusta hablar?

En primer lugar, el estilo de crianza es autoritario.

Los padres siempre utilizan este método para imponer sus deseos a sus hijos. Un estilo de crianza fuerte y autoritario hará que los niños se retraigan y tengan baja autoestima.

En segundo lugar, el niño sufrió un trauma.

Los niños de la familia pueden quedar traumatizados por las peleas de sus padres o por los golpes y regaños de sus padres, y por lo general se vuelven taciturnos e introvertidos.

En tercer lugar, el apoyo intergeneracional.

Debido a que los padres están ocupados en el trabajo, tienen que dejar a sus hijos a sus mayores. Los ancianos no tienen mucha interacción con sus hijos. Estos niños carecen de un entorno para la interacción lingüística. Los niños que permanecen en ese ambiente durante mucho tiempo se vuelven taciturnos.