Ocho diarios, 200 palabras
¿Por qué buscar causa y efecto en todas partes? Si podemos tomarnos de la mano y apreciarnos unos a otros cuando nos vayamos, ¿por qué debemos estar juntos y repetir esos muchos años triviales? Al romper, si puedes simplemente agitar las manos con facilidad, ¿por qué molestarte en repasar los votos pasados de amor eterno? Las flores han caído y florecerán mañana. Aunque la estrella fugaz ya falleció, los buenos deseos siguen en nuestros corazones. Para que todos los días sean fáciles, para que todas las cargas sean dulces, para que ya no nos arrepintamos, para que ya no nos arrepintamos, para que el pasado se convierta en un recuerdo.
Para que lo que tengas hoy no sea impotencia. Nunca perderás lo que tienes y no necesitas perseguir lo que no tienes. Si es tuyo, tarde o temprano será tuyo; si no es tuyo, nunca te pertenecerá. Mientras no te preocupes por la eternidad, no tienes que arrepentirte de lo que perdiste o extrañaste ayer. Sólo te importa lo que alguna vez tuviste.
Puedes realizar algunos cambios tú mismo o eliminar algunos innecesarios.