¿Cuál es la situación actual del "prodigio del fútbol" chino que fue elogiado por Milu hace 17 años?
2002, aclamado como un "prodigio del fútbol" por Milu, fue un año histórico para el fútbol chino. La primera participación de China en la Copa del Mundo es un acontecimiento memorable para todos los aficionados.
Así, por mucho que pase el tiempo, esos recuerdos grabados en la sangre de la selección nacional de fútbol nunca serán olvidados. En aquel entonces, había otro personaje que podía inscribirse en la historia del fútbol chino, extenderse por las calles y callejones de China y convertirse en un héroe familiar: era el entrenador nacional de fútbol Milu.
Bajo su liderazgo, la selección nacional de fútbol ha experimentado cambios trascendentales y el futuro está lleno de esperanza. En ese momento, un niño de 6 años también atrajo la atención de la gente en la ceremonia de entrega de premios nacionales de fútbol y Milu lo aclamó como un prodigio del fútbol.
La historia de Zhou Zhou es como una versión moderna de "Shang Zhongyong". El nombre de este niño es Zhou Zhou, un genio del fútbol que nació en Beijing, pero no nació en una familia de deportistas. Influenciado por sus padres, a Zhou le gusta mucho el fútbol. Más tarde, su familia descubrió que tenía talento y quiso centrarse en cultivar su interés por el fútbol. Más tarde, las habilidades de Zhou mejoraron cada vez más y su reputación creció gradualmente. Muchos medios nacionales comenzaron a informar sobre él. Tras entenderse, el técnico Milu también concluyó que será el sucesor del fútbol chino en el futuro. Con los elogios al entrenador Milu, la gente tiene mayores expectativas sobre él, pero lo cierto es que no es miembro de la selección nacional de fútbol.
La historia de Zhou es como una versión moderna de "Shang". Aunque tiene muy buen talento futbolístico, será en vano si no trabaja duro. En esos días, según los informes de los principales medios, Zhou Zhou estaba bajo una tremenda presión, como si fuera un pecador si no podía ingresar a la selección nacional. El caballo más grande es común, pero Bole no. ¿No tiene China, un país con una población de más de mil millones de habitantes, genios del fútbol?
Mi respuesta es que hay muchos talentos futbolísticos, pero cada vez son más las familias que no están dispuestas a dejar que sus hijos se introduzcan en el mundo del deporte. Si no han esperado una invitación a la selección nacional después de años de formación, los resultados serán demoledores. La semana siguiente, simplemente consideré el fútbol como un hobby y no entrené específicamente.
Ser tildado de “niño prodigio” no significa que se pueda elogiar a un adolescente durante una semana, como si hubiera agotado las “funciones especiales” de la infancia. Debido a su nuevo peso, sus talentos ya no destacan y poco a poco van desapareciendo de la vista del público. Destruir el crecimiento del niño no hizo que se convirtiera en lo que la gente esperaba, sino que causó más trauma en la mente del niño. Desde el principio lo llevaron en la dirección equivocada. Si el fútbol sigue siendo sólo su pasatiempo, dedique más tiempo a desarrollar algo que realmente le guste.
Hoy, 18 años después, puede que la historia sea diferente. Ser etiquetado como "niño prodigio" no es un cumplido para un niño, sino una especie de presión, y esta presión proviene de todas direcciones y proviene de la atención de todos los ámbitos de la vida. Si no tienes cuidado, te llamarán "prodigio".
¿Por qué quieres ser un niño prodigio? ¿Quién es el verdadero prodigio? Cada uno tiene sus propias características y talentos, y los niños con tales talentos deben crecer bajo una buena protección, permitiéndoles crecer libremente y usar su actitud salvaje para alcanzar la cima que desean alcanzar. En lugar de trabajar en la dirección establecida a la sombra de lo que otros deberían desarrollar. Esa es la extinción del talento y es injusto para los niños.
La situación actual de Zhou en 2007 volvió a aparecer una semana antes del final. Se había convertido en un hombre gordo de un metro de altura y que pesaba cien o doscientos kilogramos. Su padre esperaba que pudiera seguir desarrollándose en el fútbol y ayudarle a perder peso, pero nadie asociaría jamás a Zhou con el ex "prodigio del fútbol".
Zhou, que ahora tiene 24 años, aún no se ha convertido en un jugador profesional, y mucho menos ha llevado al equipo de fútbol chino a la Copa del Mundo. Incluyendo a Zhou, ha habido innumerables ejemplos que demuestran que el talento es importante, pero ser capaz de calmarse y entrenar para mejorar es aún más importante. Sin este esfuerzo no existirían Messi y Ronaldo, como tampoco habría Kobe sin entrenar a las 4:30 de la madrugada día tras día. El ascenso de una superestrella del deporte no es fácil.