9 formas sencillas y fáciles de mejorar la digestión de los niños
Ajusta tu dieta
Deja que tu hijo coma una dieta más equilibrada, que incluya más verduras, frutas, cereales integrales, proteínas y grasas saludables. Trate de evitar demasiados alimentos procesados, azúcares y bebidas, que pueden afectar su sistema digestivo.
Haga varias comidas al día, pero coma porciones más pequeñas a la vez.
Divida las comidas de su hijo en porciones más pequeñas y coma de 5 a 6 veces al día en lugar de solo tres comidas grandes. Esto reduce la presión sobre el estómago y facilita la digestión.
Evita comer en exceso
Asegúrate de que tu hijo no beba demasiada agua antes de las comidas ni coma demasiados snacks, para no afectar la digestión de la cena.
Establecer hábitos alimentarios regulares
Establecer un horario fijo de comida para ayudar a ajustar el reloj biológico intestinal y mejorar la eficiencia de la digestión.
Consume más alimentos ricos en fibra.
La fibra puede favorecer el peristaltismo intestinal y prevenir el estreñimiento. Deje que sus hijos coman más alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, cereales integrales y frijoles.
Utilice los antibióticos con precaución
Los antibióticos pueden alterar el equilibrio de la flora intestinal y afectar la digestión. A menos que su médico se lo indique, evite darle antibióticos a su hijo y asegúrese de que los tome correctamente.
Aumentar el ejercicio
El ejercicio adecuado puede favorecer la peristalsis intestinal y mejorar la función digestiva. Deje que sus hijos participen en actividades al aire libre, deportes, etc.
Desarrolla buenos hábitos para ir al baño
Enséñale a tus hijos a ir al baño con regularidad y evita tragarse su enfado. Esto ayuda a mantener su intestino sano.
Aliviar el estrés en los niños
La tensión emocional y el estrés pueden afectar a la digestión. Ayude a su hijo a aprender formas de afrontar el estrés, como técnicas de relajación y respiración profunda.