La historia, el origen y el trasfondo cultural del cronometraje de 24 horas
Entonces inevitablemente habrá un reloj que no dependa del clima y no cambie la duración de una hora con los cambios estacionales. Entre ellos se encuentran los relojes de velas que utilizan la velocidad de combustión de las velas, los relojes de arena y las fugas de agua. La duración de 1 hora está marcada por el flujo de arena y gotas de agua desde la parte superior del recipiente hasta la parte inferior del recipiente a una determinada velocidad. A mediados del siglo XVII, el físico holandés Christian Huygens había construido un reloj que funcionaba con un péndulo lo suficientemente preciso como para subdividir las horas en relojes. Este fue un gran logro del siglo XVII. Ahora somos capaces de crear relojes atómicos basados en las vibraciones atómicas del cesio o del hidrógeno con una precisión de menos de 1 segundo cada 100 millones de años. Además, mediante el uso de láseres y tecnología de temperatura ultrabaja, se pueden fabricar relojes más precisos. )
Más tarde hubo ferrocarriles. Con los trenes, la gente podía viajar largas distancias y los ferrocarriles conectaban muchas ciudades distantes. Desafortunadamente, en ese momento, aunque la gente podía saber la hora con precisión en algún lugar, cada ciudad tenía su propia hora local. Por ejemplo, la hora en Nueva York es diferente a la de sus ciudades vecinas, como Newark o Southampton. Este principio es fácil de entender. Por definición, el mediodía (12:00) es el momento en el que el sol aparece en su posición más alta en el cielo, por lo que dos zonas adyacentes no pueden tener la misma hora. Es mediodía en Nueva York. Todavía es de mañana en el lado oeste de Nueva York, pero es apenas tarde en el lado este de Nueva York.
Si bien estos hechos son fáciles de entender, son difíciles de aceptar, especialmente cuando se viaja en tren, y el desarrollo del telégrafo aumentó la urgencia de resolver el problema. En 1884, el problema se volvió tan importante que se celebró una conferencia internacional para estandarizar el tiempo. Así surgió la división de los husos horarios.
Una zona horaria se refiere a un área donde todas las regiones tienen exactamente la misma hora. Los husos horarios están definidos por los meridianos de la superficie terrestre desde el Polo Norte hasta el Polo Sur. Las líneas de longitud, como las naranjas, dividen la Tierra en 24 zonas horarias iguales. ¿Por qué hay 24 zonas horarias? Porque la Tierra tarda 24 horas en dar una vuelta. Dividir la Tierra en 24 segmentos crea diferentes zonas horarias, siendo cada zona horaria un múltiplo de 1 hora.