La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos universitarios - Muchos de los errores del niño de 7 años en el examen se debieron a descuidos. ¿Qué debo hacer si mi hijo siempre es descuidado y se equivoca en las preguntas?

Muchos de los errores del niño de 7 años en el examen se debieron a descuidos. ¿Qué debo hacer si mi hijo siempre es descuidado y se equivoca en las preguntas?

¿Qué debo hacer si mi hijo siempre es descuidado y se equivoca en las preguntas? Primero, concienciar a los niños de los peligros del descuido.

Algunos niños no prestan mucha atención a su descuido, mientras que algunos padres piensan que mientras el niño sea inteligente, ser descuidado no importa en absoluto y el niño crecerá de forma natural.

Una idea así es inaceptable. Los padres deben ayudar a sus hijos a darse cuenta de los peligros del descuido, como contarles historias sobre el descuido y cometer grandes errores, y utilizar algunos ejemplos para ayudar a los niños a analizar los diversos daños causados ​​por el descuido.

En segundo lugar, ayude a los niños a aprender a ponerse a prueba.

Los niños descuidados generalmente no hacen las cosas con suficiente cuidado y rara vez revisan. Por lo tanto, las madres deben ayudarlas a desarrollar el hábito de comprobar, de modo que los errores puedan descubrirse a tiempo.

En tercer lugar, deje que sus hijos desarrollen el hábito de revisar cuidadosamente las preguntas antes de realizarlas.

No te apresures a responder la pregunta antes de hacerlo. No es demasiado tarde para leer y comprender la pregunta antes de responderla.

En cuarto lugar, deje que los niños resuelvan los conjuntos de preguntas incorrectos.

Los padres pueden pedir a sus hijos que recopilen todas las preguntas incorrectas en las tareas, ejercicios y exámenes, y marcar los errores con bolígrafos de colores llamativos para recordar que no deben volver a cometer los mismos errores.

¿Qué debo hacer si mi hijo siempre se equivoca en las preguntas por descuido? Primero, encuentre el motivo del descuido.

Es necesario descubrir las razones objetivas por las que los niños adoptan hábitos descuidados, porque los hábitos son causados ​​por el entorno. Para cambiar tus hábitos, naturalmente tienes que empezar por cambiar tu entorno. Por ejemplo, ¿están atentos tus padres? ¿Está ordenado el ambiente del hogar? ¿Hay alguna regla? ¿Algún requisito? ¿Es cariñoso? ¿Es intrigante?

En segundo lugar, no prediques.

No digas tonterías a tus hijos, pero puedes influir en ellos. Por ejemplo, en la literatura infantil hay muchas buenas obras sobre el descuido, que son a la vez interesantes y educativas, y permiten a los niños comprender el descuido a través de la risa y sentirse disgustados por el descuido.

En tercer lugar, los padres cambian sus métodos educativos.

El descuido de los niños se debe principalmente a métodos de educación inadecuados, que incluyen principalmente: cuidado excesivo, sustitución, falta de reglas, falta de requisitos, cariño e indulgencia, y otros que fueron descuidados cuando eran jóvenes y tienen convertirse en un hábito el tener dolores de cabeza y fiebre. Recuérdele al niño, pero no que lo moleste, sino que le recuerde que piense en las consecuencias de sus acciones, que sea puntual, que anticipe el comportamiento del niño y que cometa errores por descuido. Adviértale con antelación.

En cuarto lugar, dejar que los niños experimenten las consecuencias del descuido.

Para que su hijo se sienta incómodo por su descuido, puede utilizar el "método de castigo de las consecuencias del comportamiento" para permitirle probar las amargas consecuencias de su descuido. Por ejemplo, si olvidas algo en la escuela, nunca lo compensarás, lo que le hará sufrir. Después de discutir este asunto con él, lo culparás por ser descuidado y le dejarás llegar a la conclusión de que no puede volver a hacer esto.

5. Establecer normas y reglamentos.

Establece reglas para tus hijos y establece reglas para sus descuidos. Por ejemplo, si un niño es descuidado al hacer los deberes, establezca una regla: cada vez que complete sus deberes, debe revisarlos y supervisar su ejecución. Si los niños no empacan sus cosas, la familia pondrá una regla: dondequiera que los lleven, allí deben ser puestos. Los adultos dan el ejemplo y exigen estrictamente que los niños no se suelten ni una sola vez.